No son buenos tiempos para nada en este país, ni siquiera para tener, por propios méritos, una mínima alegría, pues hasta llega a parecernos inadecuada y ofensiva para el resto de la sociedad.
Sumidos en una profundísima crisis económica, social, política y democrática, a penas tenemos tiempo para ejercer una breve reflexión que nos permita pasar de la vorágine de sin sentidos, sin razones, abusos y atropellos que se cometen contra nosotros.
Heridos en lo más profundo de nuestra dignidad, insultada permanentemente nuestra inteligencia, maltratados nuestros sentimientos, diariamente, con engaños y trampantojos, desposeídos del bienestar y carentes de un futuro sobre el que apoyar nuestras ilusiones, los límites y fronteras que restan para el desbordamiento social se encuentran cada vez más cercanos.
En este contexto, abogar por el arte y la fotografía y por sus valores, resulta dolorosamente complejo, pues -en apariencia- parecen una cuestión fútil e irrelevante. Pero, con todo, no debemos, ni podemos desdeñar tal posibilidad.
Acercarnos a los modos y maneras en los que el artista interpreta el mundo, no sólo nos va a permitir ampliar nuestros puntos de vista sobre la propia realidad, sino que nos va a posibilitar establecer nuevas estrategias vitales y sociales.
Alfredo de Stefano está considerado uno de los fotógrafos conceptuales contemporáneos más importantes. Nacido en Monclova Coahuila, una ciudad del desierto del noreste de México, ha dedicado 20 años de su trayectoria artística al paisaje del desierto.
A través de sus imágenes, de Stefano expresa una particular manera de entender la evolución del planeta, y nos permite, reflexionar sobre nuestra posición en el mundo, la vida, la muerte, el vacío y todos los cuestionamientos fundamentales de nuestra existencia y de nuestra relación con el entorno.
“Fotografío el desierto porque es mi entorno natural pero también porque el desierto está en todas partes, para mí es una especie de paraíso, donde vivo la extensión, el vacío, la luz, la soledad, el cielo, y yo, inmerso en ese todo” – Alfredo de Stefano.
Una magnífica obra y una atractiva metáfora para los tiempos que estamos viviendo.
Actualmente su obra más reciente se expone bajo el título de Desert Reclaimed en la Robert Koch Gallery (San Francisco)
Foto Portada: Zone of Silence II, 2006, Alfredo de Stefano
Fotos: Alfredo de Stefano
1. Firefly, 2003
2. The Prophets of Argentina, 2011
3. Bleeding Tree-Namibia, 2011
4. Zone of Silence I, 2005
5. Waiting for the Sandstorm-Namibia, 2011
6. Human Time, 2002
7. The Tree, 2000
8. Ladders to the Sky, 2006
9. The Plastic Bag, 2003
10. Light Line, 2004
11. Tuareg Carpet-Sahara, 2011
Click para ampliar: