En los últimos veinte años hemos asistido a una auténtica revolución tecnológica que ha cambiado y transformado nuestras vidas. Cierto es que aún debemos seguir diciendo que, en buena medida, sólo es accesible a determinadas clases sociales, pero su extensión se torna irremediablemente universal, como ha quedado demostrado en la información que nos llegaba de la Primavera Árabe o de la catástrofe de Fukushima.
Los cambios culturales provocados por internet han insidido poderosamente, a lo largo de estos años, en el mundo de la música y de la edición, pero no así en el mundo del arte, esencialmente, en primer lugar, porque su modelo económico no se vió devastado como el de aquellas otras y, en segundo lugar, porque el arte visual sustenta su modelo económico en una escasa producción, en la objetualidad y en el valor que le otorga la autoridad de críticos y curadores, lo que hace que, en esencia, el mundo del arte sea vertical (privilegio y exclusividad) a diferencia de la web que es horizontal (libre acceso, intercambio abierto y distribución sin control)
Durante estos mismos decenios el denominado net.art ha llegado a tomar una cierta carta de naturaleza en la escena del arte, pero se enfrenta a una difícil tarea para llegar a ser hegemónico cuando las estructuras de comercialización continúan centradas en la exposición física de la obra en la galería o en el museo.
Con todo, ya empiezan a ser bastantes los artistas que tratan de derruir la resistencia del arte sometiéndolo a la mirada crítica y reflexiva de la cultura digital y, en esta tesitura, que la tecnología pueda definitivamente transformar la noción de arte, como ha transformado al resto de los medios de producción visual es una incógnita que igual veremos despejada en los próximos años.
Art Game es un trabajo reciente del joven fotógrafo francés Léo Caillard que se interroga acerca de lo digital en el mundo del arte, tomando como punto de partida de sus reflexiones la pregunta de cuál será el futuro del museo en la era de la tecnología digital.
Confrontar el Louvre con Apple es una manera de interrogar al espectador acerca de la nueva relación que nos impone la tecnología de la imagen.
Foto Portada y Fotos: de la serie Art Game, Léo Caillard.
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