En el anterior post hacía alusión a la capacidad de la fotografía como producción de sentido y a su disposición para vincularse a lo ficcional, de manera que reflexionaba sobre el hecho de que la producción de lo real se articulaba en torno a la disposición de las posibilidades actuales del medio en el uso de lo digital.
En la serie que hoy les presento, Égarements (extravíos, derivas) mis meditaciones se centran de nuevo en la ficción, la magia y lo surreal pero -sin embargo- su génesis no aparece vinculada a lo digital sino al artificio físico, a lo construido y a lo teatral.
En esta obra Cerise Doucède (Toulon, Francia, 1987) ha querido mostrarnos las pequeñas alucinaciones cotidianas en las que los seres humanos nos vemos envueltos a diario y en las que proyectamos nuestros fantasmas, desilusiones, obsesiones y miedos.
En Égarements se da forma a lo imaginario, a lo imperceptible, a lo que pensamos, de una manera que hace posible que nuestros sueños puedan cobrar vida gracias a la magia que sólo la fotografía es capaz de hacer visible.
Foto Portada y Fotos: de la serie Égarements de Cerise Doucède.