Abrumada por un sinfín de necesidades y conflictos de distinta naturaleza o complejidad y asediada por diferencias sociales, políticas y económicas, la humanidad se encuentra sumida en una huida hacia adelante, tan precipitada, que impide que las voces de quienes alertan de los riesgos que nos rodean lleguen hasta ella con la claridad y la consistencia que deberían de tener.
La consecuencia de todo ello no es otra que la trágica certeza de que no existe la mínima pausa que permita tomar conciencia de las sinrazones con las que construimos nuestro desarrollo, nuestro progreso y nuestra evolución.
La fotógrafa Debra Bloomfield (Los Ángeles, 1952) lleva más de 35 años trabajando en denunciar, con imágenes y sonidos, el deterioro de nuestro planeta, cuestionando nuestro comportamiento y tratando, desde su cátedra, de formar a las nuevas generaciones en la evitación de los errores que venimos acumulando.
Su serie Wilderness realizada durante 5 años en el norte de América y Alaska, es una denuncia que pretende hacernos ver de lo erróneo de nuestro proceder.
“That we live in a precarious world; that we are threatened by man’s ingenuity; that we need a less consumptive lifestyle in order to preserve the beauty and grace of our world; and that our remaining wild places, our wilderness, have to be a most important element in all our thinking and all our doing.” Margaret Murie, 1990.
Foto Portada y Fotos: de la serie Wilderness de Debra Bloomfield
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