Fotografía contemporánea por Francisco González Fernández.

Fabienne Bonnet «Errances»

En esta paranoia de existencia a la que la pandemia nos ha llevado, el rol atribuido al artista se ha tornado doloroso y complejo. Doloroso, porque se encuentra más que nunca aislado en su propia soledad, reconociéndose como un ser extraño en una colmena en donde reina el caos y en donde vaga erráticamente. Complejo, por cuanto que no interesando a nadie el aprender de la Historia, todo se ha reducido a una especulación sobre el presente, un presente carente de relato en el que todo está sometido a las cuotas de la audiencia, del beneficio y del mercado.

En esta tesitura, al artista no le queda más remedio que convertirse en un ser excéntrico y desplazado para, partiendo de su singularidad, configurar un nuevo espacio para el arte y la cultura con el que definir, a través de su actitud y su obra, los contornos de un nuevo territorio en donde restablecer el continuo natural de nuestra existencia y de nuestra experiencia y, de este modo, tratar de constituir un nuevo relato que se inspire en un tiempo ubicuo que desgrane a la vez pasado, presente y futuro devolviendo al ser humano la esencia de su propia naturaleza.

La percepción del mundo, de nuestro entorno, de los demás o de nosotros mismos es algo difícil y contradictorio. Hay quien cree que todo es lineal, evidente y que, por tanto, el mundo se manifiesta tal y como es. Para algunos otros, como es el caso de Fabienne Bonnet (1961, Francia), es a través de la negación de la evidencia como puede constatarse más profundamente la realidad.

En sus imágenes se desvela la exaltación de la apariencia de un mundo reconocible que está a punto de mostrarse ante nuestros ojos a través de un universo de múltiples significados pero que, sin embargo, no logramos descifrar por cuanto que no se trata más que de un cúmulo de meras expectativas de un acontecer, de muchos caminos que recorrer en busca del sentido de nuestra vida.

Hace tiempo que la fotografía no puede ser reducida a un ámbito meramente indiciario. Como toda obra artística, necesita de los elementos que configuran el mundo, no sólo para dejar un rastro de ellos, sino – también – para proceder a su representación. La serie Errance trata sobre las posibilidades del medio fotográfico para constituirse como sistema constructor de sentido y de estructuración de los actos del pensamiento, permitiendo mostrar el mundo de manera permeable y no evidente, y concediendo a lo fotográfico una capacidad para representar, también, las impresiones subjetivas, mezclando de esa manera su naturaleza ambigua y contradictoria en los mismos fundamentos del arte.

La obra de Fabienne Bonnet no se configura como mera crónica, ni tampoco como simple recreación de lo inmediato, no constituye una mera referencia ilustrativa dado que su auténtica autonomía se encuentra en su naturaleza ficticia, ya que no debemos olvidar, que si lo textual sirve para designar las cosas ( es un adherido que desvela la esencia de lo real ), la fotografía, que también sirve para designar el mundo, se limita a revelar su apariencia, de tal modo que lo fotográfico no puede cambiar las cosas sino simplemente dejarlas expuestas a nuestra imaginación.

 

Foto Portada y Fotos: de la serie Errance de Fabienne Bonnet

http://fabiennebonnetphotographies.com    Instagram:  @fb.bonnet

 

ATENCIÓN: Para ver adecuadamente la serie haga clic en la imagen. PLEASE NOTE: To view the series properly click on the image.