Fotografía contemporánea por Francisco González Fernández.

Feliz Navidad

Quienes vivimos en una isla tenemos una sensación permanente de vivir aislados, lejos, a distancia, como si estuviéramos separados del resto del mundo. Es posible que esta condición vaya en la naturaleza del isleño pero también es cierto que esa misma cualidad es la  que nos hace mirar la realidad con perspectiva, con amplitud y a cierta distancia, lo que acaso nos permite ser más objetivos y certeros.

Un año más se acaba, llega a su final, y un año más me encuentro en la dolorosa vivencia de no estar del todo feliz, a pesar de que este tiempo de reencuentro con los míos es el que más feliz me hace. No se trata de una vicisitud personal o familiar sino de la certeza de que este tiempo de felicidad no llega a la inmensa mayoría de los seres de este planeta que sufren por la guerra, la pobreza, la discriminación, el hambre, la sed o por una larga lista de otras causas.

Vengo repitiendo año tras año que el mundo necesita de un nuevo amanecer, un amanecer que nos devuelva a nuestra condición de seres sociales, solidarios, pacíficos, dialogantes, respetuosos con los demás y con nuestro entorno, comprometidos con el bien común, tolerantes, empáticos y, sobre todo, dispuestos a revelarnos y luchar contra la injusticia, el cinismo, la intolerancia, la mentira, la insolidaridad, el despotismo, la hipocresía, la necedad, los salvapatrias y las dictaduras cualquiera que sea su naturaleza.

Necesitamos definitivamente armonizar nuestra existencia con la de los demás, con la naturaleza y con el planeta, pues creo que esa es la única forma que tenemos de preservar el futuro de la humanidad.

Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo.

 

Foto portada: Volcán Teide, Isla de Tenerife (Islas Canarias), Departamento de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife