Han sido años, décadas, siglos de colonización, explotación, esclavitud, de despojo de sus riquezas naturales, de apoyo a dictadores, genocidas y tiranos, de venta de armamento para mantenerlos en el poder y, sobre todo, del mayor de los desprecios a los derechos del ser humano que ha existido en la historia sólo en beneficio exclusivamente de intereses económicos de empresas multinacionales vinculadas a los gobiernos de occidente.
Aún hoy en día la mayoría de la opinión pública occidental, influenciada y mediatizada por esos mismos intereses, sigue creyendo que todas estas gentes, que todos estos seres humanos, ciudadanos y ciudadanas de todos estos países fallidos y en conflicto, son culpables de querer huir de ellos, a pesar de vivir en la más profunda de las pobrezas, miseria, hambre y riesgo de muerte por la guerra en la que los gobiernos y las multinacionales vinculados a ellos han llevado hasta sus vidas.
La cuestión de los refugiados no solamente se refiere a los miles de sirios y sirias que huyen de su país, sino que afecta, desde hace tiempo, a miles y miles de personas de África, América y Asia.
Las imágenes de un niño muerto en una playa tratando de sobrevivir con su familia a toda esta barbarie son terribles, pero igual de terribles que las que a diario se producen en las orillas y fronteras del mundo occidental ya sean libios, tunecinos, sirios, subsaharianos, africanos,mexicanos, colombianos, bangladesís, rohingas, malasios o filipinos.
Giles Clarke (!965, England) es un fotoperiodista que vive y trabaja en New York.
Foto Portada y Fotos: de la serie African Migrants de Giles Clarke
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