Fotografía contemporánea por Francisco González Fernández.

James Mollison «Where Children Sleep»

Vivimos en un universo de informaciones que día a día nos golpean permanentemente sin tregua, sin descanso, de tal forma que, sin apenas haber dejado de ver, leer o escuchar una de ellas nos encontrarnos con una multitudinaria sucesión de otras tantas.

En este contexto se hace difícil poder discernir cuál, de toda esa galaxia de impactos informativos, va más allá de lo meramente anecdótico para convertirse en noticia trascendente por encima de lo simplemente noticiario.

Hace unos días, se publicó una noticia que me perturbó sobremanera pero que apenas trascendió en el ámbito social en el que me desenvuelvo no percibiendo, tampoco, que tuviera mayor repercusión entre los medios informativos, políticos o sociales.

Según el informe presentado por la ONG Cáritas, sobre la infancia en España, nuestro país está entre los países en los que la infancia pasa hambre, sólo superado por Rumanía, lo que viene a significar que España es el país de la Unión Europea en donde los niños pasan más hambre y en el que los niños se encuentran con un futuro de desnutrición, de miseria, de menor esperanza de vida y de peor calidad de vida.

A mí, no sé si a ustedes también, la noticia me parece espeluznante e insufrible y debería haber constituido la portada de todos los medios de comunicación de este país, durante bastantes días. Sin embargo, lejos de constituir el eje de nuestra vida durante algunas jornadas, ha pasado desapercibida y sin pena ni gloria, como una más de las múltiples informaciones que inundan nuestra vida a diario.

Al hilo de esta noticia se acercó a mi correo electrónico una de las distintas personas que siguen este blog para llamar mi atención sobre un trabajo fotográfico (presentado como libro de fotografía hace unos años) realizado por el fotógrafo James Mollison (Kenya, 1973) y cuyo título es Where Children Sleep ( serie de 56 dípticos)

En esta serie, que contó con el apoyo de la ONG Save the Children, el autor refleja la vida de una pléyade de niños/as a través de la imagen de sus dormitorios.

Una obra entrañable, dolorosa y sensible, que pone de manifiesto lo que el fotógrafo encontró a lo largo de un período de cuatro años y que ejemplifica la situación en la que vive una enorme mayoría de la infancia en el mundo.

Contemplar estas imágenes a la luz del informe de la ONG Cáritas, no viene sino a llamar la atención sobre el deterioro y la profunda crisis social en la que está inmerso nuestro país, a pesar de la permanente contrainformación que nuestro gobierno difunde todos los días sobre el final de esa crisis y la vuelta a un estado de bienestar, que él mismo se ha encargado de desarbolar.

Nota de agradecimiento: @preescolar

Foto Portada y Fotos: de la serie Where Children Sleeps de James Mollison.

Foto Portada:
Indira, siete años, vive con sus padres, hermano y hermana, cerca de Katmandú, Nepal. Su casa tiene una sola habitación, con una cama y un colchón. Para dormir, los niños comparten el colchón en el suelo. Indira ha trabajado en la cantera de granito local desde que tenía tres años. Hay 150 niños que trabajan en esa cantera. Indira trabaja seis horas al día y luego ayuda a su madre con los quehaceres del hogar. También asiste a la escuela, situada a 30 minutos a pie. A ella le gustaría ser bailarina cuando sea mayor.

Fotos:
1. Roathy, de 8 Años, vive en las afueras de Phnom Penh, Camboya. Su casa se ubica en un enorme basurero. Su colchón está hecho de neumáticos viejos. Cinco mil personas viven y trabajan allí. A las seis cada mañana, Roathy y otros cientos de niños se duchan en un centro de caridad antes de empezar a trabajar, buscando entre la basura latas y botellas de plástico que después venden a una empresa de reciclaje. El desayuno es a menudo su única comida del día.

2. Kaya, de 4 años, vive con sus padres en un pequeño apartamento de Tokio, Japón. Su dormitorio esta repleto, desde el suelo hasta el techo, de ropa y muñecas. La madre de Kaya le confecciona todo su vestuario: tiene 30 vestidos y abrigos, 30 pares de zapatos y numerosas pelucas. Su madre gasta $1,000 mensuales en su guardarropa.

3. Syra, de 8 años, pertenece a la tribu de los Bassari y vive en Senegal. En la aldea creen que el alma que Syra fue robada por los espíritus malignos después de que su madre tratara con un brujo. Debido a esto, a Syra no se le permite dormir bajo el mismo techo que cobije a una mujer en edad de procrear; lo hace con su abuela.

4. Este chico anónimo duerme en un colchón de un descampado de las afueras de Roma. Su familia llego desde Rumanía en autobús, tras mendigar dinero para pagar los billetes. Cuando llegaron a Roma, acamparon en un terreno privado del que les echó la policía. No tienen papeles, luego no pueden conseguir un trabajo legal. Sus padres ganan dinero limpiando en los semáforos los parabrisas de los coches a cambio de la voluntad de los conductores. Nadie en su familia ha ido nunca a la escuela.

5. Joey, de 11 años, vive en Kentucky, EEUU, con sus padres y su hermana mayor. Acompaña frecuentemente a su padre a cazar. Tiene dos rifles y un arco, y cazo su primera pieza a la edad de 7 años: un ciervo. Su familia siempre cocina las piezas de caza, y Joey no ve con buenos ojos que se mate a los animales sólo por deporte.

6. Tzvika, de 9 años, vive en un bloque de pisos en Beitar Illit, un asentamiento israelí en Cisjordania. Se trata de una gran comunidad compuesta por 36.000 judíos ultraortodoxos. La televisión y los periódicos están prohibidos en el asentamiento. Allí, la familia media suele tener 9 hijos, pero Tzvika tiene solo una hermana y dos hermanos, con quienes comparte dormitorio. Va a una escuela donde el deporte no esta permitido. A Tzvika le encanta leer las Sagradas Escrituras y jugar a juegos religiosos con su ordenador. De mayor quiere ser rabino.

7. Lamine, de 12 años, vive en Senegal. Es alumno de la escuela coránica de la aldea, que no admite a chicas. Comparte dormitorio con otros chicos, donde las camas tienen las patas hechas con ladrillos. A las seis de la mañana, empieza a trabajar en la granja-escuela de la aldea, donde aprende agricultura y ganadería. Por la tarde, aprende el Corán.

8. Douha, de 10 años, vive con sus padres y otros 11 familiares en un campo de refugiados palestino de Hebrón, Cisjordania. Comparte dormitorio con sus cinco hermanas. Su hermano, Mohamed, se inmolo en 1996 matando a 23 civiles en un ataque suicida contra los israelíes. Tras esto, el Ejercito de Israel destruyo la casa de su familia. Douha tiene un póster de su hermano en el dormitorio.

9. Nantio, de 15 años, es miembro de la tribu Rendile, del norte de Kenya. Tiene dos hermanos y dos hermanas. Su casa es una tienda hecha de pieles y plásticos. Tienen un fuego en mitad de la tienda, alrededor del cual duerme toda la familia. Sus ocupaciones consisten en cuidar el rebaño de cabras, cortar leña y traer agua. Fue a la escuela de la aldea durante un par de años pero decidió abandonar sus estudios. Nantio espera que un moran (guerrero) la escoja para formar matrimonio. Como es costumbre, antes de casarse tendrá que sufrir la ablación del clítoris.

10. Thais, de 11 años, vive con sus padres y su hermana en la tercera planta de un bloque de pisos en Rio de Janeiro, Brasil. Comparte dormitorio con su hermana. Viven en el barrio Cidade de Deus, antaño famoso por el trafico de drogas y la rivalidad entre las bandas mafiosas. Le gustaría ser modelo de mayor.

11. Dong, de 9 años, vive en la provincia de Yunnan, China, con sus padres, hermana y abuelo. Comparte dormitorio con sus padres y hermana. La familia tiene suficiente terreno como para plantar su propio arroz y cañas de azúcar. La mayoría de las tardes, emplea una hora haciendo los deberes del colegio y una hora viendo la televisión. De mayor quiere ser policía.

12. Jasmine, de 4 años, vive en una gran casa en Kentucky, EEUU, con sus padres y sus tres hermanos. Su casa esta en el campo, rodeada de terrenos agrícolas. Su dormitorio esta repleto de coronas y bandas que ha ganado en diferentes concursos de belleza. Ha participado en mas de 100 competiciones. Gasta su tiempo libre ensayando todos los días con su preparador las escenografías de los concursos. De mayor quiere ser estrella del rock.

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