Hay quien cree que todas las imágenes ya existen y que sólo se trata de revisitarlas una y otra vez. Nunca he estado de acuerdo con esa línea teórica y filosófica, pues -en realidad- lo que existe es una humanidad cuyos anhelos, deseos y ansia de mejora, progreso, bienestar y felicidad han sido y son siempre los mismos desde su origen.
La visión del buen fotógrafo lo que hace es retratar a la humanidad de las mil y una maneras posibles, sabiendo como destacar todos esos deseos y anhelos. Juan A. Franco es uno de ellos.
Su mirada nos revela a un ser humano solitario, aislado, casi superado por los tiempos que le ha tocado vivir y lo ha hecho a través de una poética sencilla y nada rebuscada, de trazos finos, en blanco y negro, inspirado en la más clásica y ortodoxa concepción documentalista y neo-humanista.
La fotografía no deja de sorprenderme, no creo que esté toda inventada y creada, y la prueba de ello es esta serie Walking alone de Juan A. Franco que inauguramos en nuestra Galería.
Foto: Pompidou, de la serie Walking alone, de Juan A. Franco