Uno de los principales déficit que presenta el sistema de mercado, es el de homogeneizar nuestras creencias a través de la uniformación de la cultura y de la universalización de los modelos sociales del comportamiento humano, así -por poner un ejemplo- nunca hemos celebrado el halloween, pero en los últimos años esa fiesta de origen celta arraigada en los países anglosajones, se ha extendido no solamente en ellos, sino en todos aquellos en los que el día cristiano de Todos Los Santos existía, de manera que, impulsado por la industria y el comercio, tanto una como otro, se han lanzado a crear necesidades con las que imponer modos y maneras cuya única finalidad es provocar el aumento del consumo y el incremento del gasto personal y familiar, en beneficio de ambas.
La publicidad y la moda han contribuido, desde hace décadas, a crear modelos y estereotipos con los que unificar el pensamiento social con el fin último y definitivo de extender el comercio y la venta de productos a nivel global y universal y, para ello, no han tenido reparo alguno en proponer un modelo ideal e idóneo del físico y del cuerpo de las personas que fuera acorde con sus necesidades económicas de obtener beneficios y réditos de capital de una manera fácil y global.
La serie Unadorned de la fotógrafa Julia Fullerton-Batten (Alemania, 1970) se enfrenta al estigma creado por la industria de la moda de ser o estar gordo y propone una comprensión de la belleza humana fundada en sí misma y sin tener en cuenta todos los prejuicios y condicionantes creados por aquella cuya única finalidad es producir bienes y objetos de consumo, de manera masiva, en favor de un estándar físico que le rinda incalculables beneficios.
Los retratos de Fullerton-Batten nos ofrecen la imagen de personas que aceptan su condición física y su propio cuerpo sin ninguna duda y nos presentan una estética del desnudo que nos acerca a lo verdaderamente esencial de ellas, su condición humana.
Foto Portada y Fotos: de la serie Unadorned de Julia Fullerton-Batten
Click para ampliar:
