Fotografía contemporánea por Francisco González Fernández.

Mohammad Rakibul Hasan «The Last Savings»

Seguimos sin percibir la verdadera dimensión de la pandemia que sufrimos y los efectos que el Covid-19 está provocando en todo el planeta. El impacto de la devastación económica debido al coronavirus ya ha sido declarado como la peor catástrofe humanitaria acontecida desde la Segunda Guerra Mundial y el número de personas que padecen hambre podría pasar de 135 millones a más de 250 millones.

Mientras tanto, aquí, nos dedicamos a hacer política ideológica de confrontación y a establecer luchas y tácticas de acceso al poder, cuesten lo que cuesten, en lugar de disponer estrategias que se enfrenten a esta nueva situación.

Las imágenes de la serie The Last Savings (Los Últimos Ahorros) nos muestran la realidad existente de 7 millones de personas que viven en los tugurios de Bangladesh a las que el confinamiento impuesto por las autoridades, debido al Covid-19, les ha hecho perder sus trabajos y con ello el sustento para sus familias. Las imágenes nos revelan el hambre severa, las preocupaciones y las incertidumbres de todas ellas. Mujeres que no solamente son las últimas en comer, en el caso de que tuvieran alimentos para sus familias, sino para las que el coronavirus es ahora mismo una preocupación menor.

Mohammad Rakibul Hasan (1977, Dhaka, Bangladesh) es un fotógrafo documental, cineasta y artista visual con base en Dhaka. Su trabajo fotográfico, que ha sido reconocido y premiado internacionalmente en múltiples ocasiones, explora los temas de los derechos humanos, el desarrollo social, la migración, la violencia de género y el medio ambiente. Sus fotografías expresan la resistencia del espíritu humano y la fuerza en la adversidad.

 

Fotos: de la serie The Last Savings de Mohammad Rakibul Hasan

http://mrhasanphotos.com/   @mohammadrakibulhasan   https://www.facebook.com/MohammadRakibulHasan

 

#1 Hamida Begum

Hamida Begum, de 37 años, trabaja como criada. Ella y su marido, jornalero, están ahora sin trabajo. La poca comida que tienen ahora no durará en su familia de cinco miembros. Hamida Begum dijo, «Sólo tenemos cuarenta takas¹ ahora. Tenemos que beber veneno, si no podemos salir a trabajar. ¿Quién nos salvará del hambre?»  (1) 1 taka equivale a 0,012 dólar USA)

#2 Kulsum Begum

Kulsum Begum, de 30 años, está luchando con sus tres hijos desde que su marido murió el año pasado. Después del cierre se queda en casa y perdió su trabajo de criada. La única comida que tiene su familia no es suficiente para mantenerla unos días. No tiene a nadie en la ciudad que pueda ayudarla a sobrevivir.

#3 Shipli Rani Shiuli

Shipli Rani Shiuli, de 35 años de edad, perdió su trabajo después de que el Gobierno anunciara el cierre de la empresa en Bangladesh. Es el único sostén de la familia y se ocupa de sus dos hijos desde que su marido la dejó. Ahora tiene pocos víveres que durarán unos días. Sin ingresos no tiene idea de cómo podrá administrar los alimentos para los próximos días.

#4 Helena Begum

La trabajadora textil Helena Begum (35) perdió su trabajo por el cierre de su fábrica el mes pasado. Junto con su hija Shakiba de cinco años y su anciana madre, ahora se quedan a medio alimentar casi todos los días. El marido de Helena dejó la familia después de que ella diera a luz a una hija. No tiene a nadie que la ayude con un préstamo o una ayuda temporal.

#5 Aklima

Aklima (35) está de pie con su hija Suborna de un año y medio en su casa de un dormitorio. Ella envía a sus tres hijos a la aldea ya que no pueden administrar los alimentos para la familia ahora. Todas las mañanas, junto con su marido y su hija, sólo bebe agua. Con la poca comida que le queda sólo puede cocinar una vez al día.

#6 Firoza Begum

Firoza Begum (50) ha trabajado como empleada doméstica durante los últimos treinta años. Es la primera vez que, debido al cierre, no puede trabajar. Sus dos hijos perdieron su trabajo recientemente. Como otros habitantes de los barrios bajos, ella y su familia están luchando por el suministro diario de alimentos. Firoza con sus dos nietos Fahima (izquierda) y Selina (derecha).

#7 Kohinoor Begum

La criada Kohinoor Begum y su marido, el guardia de seguridad Abul Kashem, están ahora en casa. Debido al cierre, Kohinoor perdió su trabajo. La única casa que tenían en su pueblo se inundó por el río. Durante sus tres años de estancia en Dhaka nunca antes se habían enfrentado a tanta pobreza y penuria. Con poco suministro de alimentos y treinta y takas de dinero, sus cinco miembros temen morir de hambre en los próximos días.

#8 Anowara Begum

Anowara Begum, de 40 años, trabaja como criada. Ella y su marido, que tira del rickshaw, ya no pueden trabajar debido al cierre. Ellos, junto con sus tres hijos, comen una vez al día para salvar lo que les queda de comida. Ella ha llamado a su anterior empleador para que le ayude con ayuda alimentaria. Si el cierre continúa, teme que su familia esté en la calle para mendigar o morir.

#9 Sahara Khatun

El único hijo de Sahara Khatun (60) trabaja en un hospital como peón. Deja de ir a trabajar ya que el hospital está cerrado por un brote de virus. Ahora Sahara con su marido discapacitado está pasando días de incertidumbre y hambre. Los escasos suministros de comida que posee la familia durarán pocos días.

#10 Kulsum Begum

La criada Kulsum Begum (38) teme por la seguridad de su hija Runa (15). Ella está buscando ayuda alimentaria desde el día en que su empleador la despidió. Como madre soltera no puede proveer lo suficiente y ahora tanto la madre como la hija se mueren de hambre a diario.

#11 Siuli Begum

Siuli Begum (22) sobrevivió a los abusos en su matrimonio y se mudó a Dhaka con su hijo Mehedi (3). La criada Siuli ya no continúa con su trabajo debido al cierre. En la actualidad casi no tiene comida para comer al día siguiente. Cuando su hijo llora por comida, le da galletas, ya que queda poco arroz en la casa.

#12 Khadiza Begum

Khadiza Begum (38) lleva a su hija Sumaiya (2). Ella, junto con su marido, vende pepinillos en la calle. Después del cierre no pueden salir a la calle. Tan pronto como se quedan sin ingresos, se quedan sin suministro de alimentos. Después de pagar 4.000 takas de alquiler de la casa, ya no les queda dinero para comprar la comida diaria o el suministro de alimentos.

 

ATENCIÓN: Para ver adecuadamente la serie haga clic en la imagen. PLEASE NOTE: To view the series properly click on the image.