Conocí a Luis Vioque con motivo de su participación en la exposición Tierra de Sueños que comisarié para el MIAC de Lanzarote en el año 2005. Su obra me había atraído desde el primer instante en que la ví, tanto por su extraordinaria sutileza como por esa especie de melancolía que impregna todas sus imágenes. A pesar de su inicial sencillez, la obra de Luis nos propone siempre una representación poliédrica de la realidad que nos obliga a acercarnos a las múltiples facetas que podemos encontrar ante nuestros ojos, apenas que nos comprometamos a mirar más allá de lo aparente.
Océanos de Arena se expone en la galería madrileña Rafael Pérez Hernando y nos ofrece el interés del artista por representar una naturaleza y un paisaje siempre presentes en el conjunto de su obra (Viaje Imaginario, Mares de Portugal o Paisaje sutil), aunque en esta ocasión su mirada se ha vuelto, si acaso, algo más metafísica que en sus anteriores producciones para exponernos una especie de caligrafía oriental en imágenes en la que cada sesgo o matiz de ella, nos abre un mundo de posibilidades interpretativas y discursivas.
Foto: Duna 34, de la serie Océanos de Arena, Luis Vioque.