Fotografía contemporánea por Francisco González Fernández.

Simona Rota «Instant Village»

La historia de la fotografía se ha construido, esencialmente, con autores considerados clave que establecieron en ella hitos trascendentes, pero -también- se ha erigido a través de la evolución de los géneros que -desde su origen- se dieron en la misma de manera consustancial.

La irrupción, a mediados del siglo XX, de la fotografía en el arte, supuso -en cierto modo- la pérdida de su autonomía pero así mismo la ganancia de aquellos atributos propios del arte (aura, autoría, preeminencia) que luego se disolverían en el tránsito de la posmodernidad.

Avanzado el siglo XXI, y con las lógicas inercias del pasado, tanto el arte como la fotografía se encuentran sometidos -más que nunca- a la deriva de una cultura cada vez más dependiente del conocimiento científico y tecnológico como de principios cuyo sustrato se funda en la permeabilidad, la remezcla y la apropiación. En palabras de Simón Marchán Fiz podríamos decir que la fotografía (como el arte) no evoluciona de manera autónoma, sino que se inscribe en un momento, en una realidad histórica más amplia, dentro de cuyo marco se comprenderá de manera racional y dialéctica.

Hoy en día se habla de poética fotográfica como noción que viene a sustituir a los géneros de la fotografía, casi como respuesta a la herencia del relativismo epistemológico que se diera en la cultura posmoderna y que se sustentaba en la desconfianza, no sólo a cualquier discurso omnicomprensivo, sino como recelo -también- a los modos de darse la imagen en nuestras sociedades.

La serie Instant Village de Simona Rota (1979, Rumanía), en tanto poética, no solamente es un estudio fotográfico acerca de los tipos de ocupación del territorio en las Islas Canarias, que se sumerge en aspectos propios y próximos de las disciplinas de la arquitectura y el urbanismo (ver revista Domus) sino que -además- constituye una especulación, que pone en evidencia las tensiones entre lo real y lo representado, tensiones que se revelan -ante nosotros- como una alegoría de naturaleza crítica y casi metafísica.

«¿Hasta donde tiene sentido la planificación territorial? ¿En que punto su artificialidad daña más al territorio que la improvisación? Hay necesidades lógicas y naturales de ocupar el territorio, que son colmadas mejor a través de la improvisación y la urgencia, del “Instant Village”, en las situaciones en las que el plan de ordenación urbanistica fracasa en representarlas y hay, por otro lado, necesidades inventadas por estrategias puramente ecónomicas o politicas que, aunque sean recogidas por un plan de ordenación, acaban creando situaciones de urbanismo más precario que el urbanismo espontáneo.»

Simona Rota.

Agradecimientos: @pacogonzalez

Foto portada y fotos: de la serie Instant Village de Simona Rota

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