¿Podemos decir que existe una Historia? ¿Acaso considerar que sólo hay una versión unitaria? ¿O por el contrario podemos pensar que la Historia no es más que la adición de múltiples historias parciales sujetas a interpretación?
La caída del Muro de Berlín tuvo para la civilización, casi en todo su conjunto, unos efectos que aún llegan a nuestros días y que, esencialmente, modificaron las relaciones de poder geopolíticas de las grandes potencias mundiales y que afectaron a los imperios construidos en torno a ellas. No cabe la menor duda.
La Historia nos habla de una Alemania reunificada en la que se alaban las bondades de la sustitución de los modelos social, político y económico de la antigua RDA por la implantación de una economía de mercado libre, de una moneda única y de sistemas de protección social en todo el territorio alemán. Sin embargo, la realidad es que aún hoy persisten enormes desigualdades de género, empleo e identidad en los estados federales orientales de Alemania.
La serie Manhattan de Stephanie Steinkopf nos habla de una de esas historias parciales que no aparecen en la Historia Oficial y supone una visión de una realidad que la inmensa mayoría de todos nosotros desconoce, aunque para ello nada mejor que la explicación que nos da la propia fotógrafa sobre su obra:
«Welcome to Manhattan. Manhattan lies in Brandenburg. Amongst the lush green, in an idyllic surrounding and merely an hour’s drive from Berlin. Manhattan is what the village residents have been calling the two blocks in the Oderbruch for years. Manhattan is simultaneously the epitome of economic prosperity and a place of defeat. Nearly every village resident lived here for some part of their life. Today one block is vacant. In the other, only 12 apartments are inhabited. Since the reunification in 1989, almost everything has structurally collapsed. No one moves here anymore. Everyone who is able, leaves»
Foto Portada y Fotos: de la serie Manhattan de Stephanie Steinkopf
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