Dice el filósofo surcoreano Byung-Chul Han que vivimos en una época de cansancio y fatiga causada por una incesante y compulsiva productividad y que hemos dejado atrás la era inmunológica para adentrarnos en la era neuronal, donde las enfermedades neuropsiquiátricas se caracterizan por manifestaciones como la depresión, el déficit de atención, el trastorno de la hiperactividad, el síndrome de agotamiento y el trastorno bipolar.
Puede que no le falte la razón pero también habría que decir que este agotamiento no sólo es de las personas sino que también lo es de las instituciones que nos hemos dado para organizarnos libre y civilizadamente, de manera que las mismas son incapaces de resolver las exigencias y demandas que la sociedad actual requiere.
Seguimos empeñados en no querer reformar las estructuras políticas, sociales y económicas que hemos heredado del siglo XX y, nos guste o no, las fórmulas y soluciones que entonces servían para el arreglo de los problemas de la sociedad no nos sirven hoy para nada. Son tiempos convulsos no tanto por su propia naturaleza como por la incapacidad de enfrentarnos a ellos con medidas actuales que nos permitan progresar y seguir adelante.
Tenemos una existencia casi oculta y anónima en la que buscamos una salida, un escape que nos permita liberarnos de tanta fatiga y extenuación por lograr un mundo mejor y más justo, y en este esfuerzo seguimos contemplando como quienes deben liderar los cambios se aferran a vanidades y egoismos obsoletos y periclitados.
La serie Our Life in The Shadows de la fotógrafa mexicana Tania Franco Klein (1990, México City) nos muestra la soledad, la desesperación y el agotamiento al que estamos llegando a la espera de solucionar las desigualdades, injusticias y frustraciones que nos provoca la gobernanza mundial a la que estamos sometidos.
Foto portada y fotos: de la serie Our Life in The Shadows de Tania Franco Klein